Definición de Asociatividad
Así, es frecuente escuchar a "especialistas" definir asociatividad como una ¿estrategia, herramienta, enfoque? y, en el mismo discurso, contradecirse diciendo que se da por personas que voluntariamente se unen para solucionar un problema. Si recién se unen ¿Cómo va a haber una estrategia?. Pero, fundamentalmente no es una estrategia por su misma naturaleza. Si es un grupo de personas que buscan pasar de una situación inicial, donde tienen un problema que no pueden solucionar individualmente, hacia una situación final, diferente, donde solucionan o logran las condiciones para solucionar, entonces, no hablamos de una estrategia, sino de un proceso, que inicia con un problema y termina hacia solucionar y definir una solución. Termino esta primera idea, precisando que, no es cualquier proceso: es un proceso donde interviene más de una persona: es un proceso social. ¿Qué ocurre si en lugar de abordar como proceso, lo hacemos como si fuera una estrategia o como una herramienta? Pasará lo que pasa hoy: programas y proyectos incompletos, con vacíos fundamentales, que terminan hablando de humo como "capacidad de cooperar" o una "confianza abstracta" o, peor aún, de una "confianza informal".
Entonces, asociatividad es un proceso social, que permite a las personas, sí, solucionar un problema o aspiración. Pero seamos sinceros, ¿es suficiente que un grupo de agricultores, o cualquieras personas, se junten para solucionar un problema? Sabemos que no, al menos no en la mayoría de casos. Entonces, un proceso asociativo, primero tendrá que definir bien cuál es el problema o aspiración a lograr. Esto no es tan fácil, ni tan obvio, no es que sea difícil; pero implica cierta experticia. Veamos un ejemplo: el programa Sierra Exportadora nació como "caballito de batalla" de un expresidente, valga verdad, respondía a una expectativa real de la agricultura familiar: acceso a mercados; pero en lugar de una análisis adecuado que identifique las causas de ese "problema", para diseñar soluciones que resuelvan los verdaderos problemas, se optó por la "solución" rápida, mediática y vendedora: ¿quieres mercado? ¡te doy mercado! Así, pues un buen proceso asociativo incorporará validar esa finalidad que buscan los participantes. Pero, no quieta que el proceso asociativo requiere de una finalidad, de una finalidad validad, no sólo de expectativas, sino de finalidades que respondan a las verdaderas causas y resuelvan realmente problemas o satisfagan efectivamente expectativas. Sino, los productores rurales terminarán diciendo, que la asociatividad "no funciona", cuando en realidad no han trabajado un proceso asociativo.
Finalmente, dos elementos: aunque tengamos la finalidad correcta, el grupo de personas no podrá lograrla si no es capaz de establecer acuerdos y hacerlos cumplir, esto es: diseñar normas que respondan a su realidad y que generen roles que desempeñen funciones que les permita funcionar. Max Weber llamaba a esto un "orden" (de hecho, Weber indicaba que la principal característica de una asociación es contar con un dirigente o un grupo dirigencial que se encarga de hacer cumplir ese orden consensuado). Podríamos hablar de un orden asociativo, es decir, normas, roles, ideales que respondan a las expectativas del cómo del grupo asociativo. Los que deben ser concretos y prácticas, cómo manejar (por ejemplo, el dinero) cómo y por qué sancionar, apoyar, controlar, decidir, etc. Sin este orden, no es posible hablar de un proceso asociativo y la finalidad se convertiría en una ilusión. No debe confundirse con la capacidad de "cooperar", otro concepto muy mal entendido y usado para vender humo. La capacidad de cooperar es genérica, todas las personas poseen capacidad de cooperar, en el colegio, el la universidad, en el trabajo manual, analítico, digital, en un debate, discusión, en un mitin, en toda acción social existe un nivel de cooperación, pero no significa que haya un proceso asociativo. Un orden asociativo debe ser construido conscientemente y realistamente. El último elemento son las competencias.
Competencias y no capacidades. No se trata de hacer capacitaciones, por más divertidas y prácticas que sean, una o muchas capacitaciones no generan competencias. Una competencia implica no sólo el conocimiento, la comprensión, sino y sobre todo, implica la capacidad de poner en práctica, es decir, de desempeñar la función o actividad. Esto no se genera sólo con capacitaciones, que son muy importantes. Pero generar una competencia implica entrenamiento, acompañamiento in situ, asistencia técnica en gestión asociativa, por ejemplo, para definir la finalidad y el orden; luego para generar una organización, y si es el caso, para gestionar un negocio, que implica mayores exigencias y diversidad de temáticas. No debe separarse el desarrollo de competencias del concepto de asociatividad, sin este, se corre el gran riesgo de promover
Entonces, asociatividad es un proceso social, donde los participantes definen un orden asociativo que les permite lograr una finalidad, para ello, beberán contar o desarrollar competencias mínimas que les permitan encontrar formas de lograr la finalidad que han definido. asistencialismo, en lugar de asociatividad. Pero, un proceso asociativo no debe olvidar ninguno de sus cuatro elementos: personas unidas voluntariamente, con una finalidad, con u orden asociativo, con competencias mínimas.

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